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¿Qué es la hepatitis autoinmune?
La hepatitis autoinmune se produce cuando el sistema inmunológico del organismo ataca al hígado. Esto causa inflamación en el hígado, lo cual provoca inflamación en el tejido hepático y daño a las células hepáticas.
Existen dos clases principales de hepatitis autoinmune. El tipo 1, es la clase más común, y tiende a afectar a los niños más grandes y a los adultos. El tipo 2 es menos común y afecta a los niños más pequeños. Usualmente, un análisis de sangre puede distinguir entre los dos tipos.
La hepatitis autoinmune puede presentarse de manera repentina o progresiva. Sin embargo, si no se trata, la hepatitis autoinmune puede provocar cicatrices permanentes en el hígado, llamada cirrosis, o daño hepático. En los casos graves, la hepatitis autoinmune puede causar falla hepática y requerir un trasplante de hígado.
¿Qué causa la hepatitis autoinmune?
La hepatitis autoinmune es cuatro veces más común en las mujeres que en los hombres. A veces los pacientes tienen otras afecciones autoinmunes, incluyendo enfermedad tiroidea, diabetes o enfermedad inflamatoria intestinal.
La hepatitis autoinmune es causada por varios factores, incluyendo factores genéticos y ambientales.
¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis autoinmune?
Los síntomas de la hepatitis autoinmune generalmente no son específicos. Los pacientes pueden no presentar síntomas (asintomáticos) o presentar síntomas de enfermedad hepática avanzada.
Los síntomas comunes de la hepatitis autoinmune incluyen:
- Fatiga (cansancio)
- Malestar abdominal
- Picazón en la piel
- Coloración amarillenta de la piel y de lo blanco de los ojos (ictericia)
- Hígado agrandado
- Erupciones cutáneas
- Dolores articulares
- Pérdida de los periodos menstruales
Si la enfermedad hepática avanzada se desarrolla, los síntomas pueden incluir:
- Vasos capilares anormales en la piel (venas varicosas en forma de araña)
- Coloración amarillenta de la piel y de lo blanco de los ojos (ictericia)
- Hinchazón abdominal
- Crecimiento deficiente
- Sufrir contusiones o sangramiento con facilidad
- Confusión, pérdida de agudeza mental, y desorientación
¿Cómo se diagnostica la hepatitis autoinmune?
Si su proveedor de salud sospecha que su hijo padece hepatitis autoinmune, le tomará una muestra de sangre para analizarla. Los pacientes con hepatitis autoinmune tienen las enzimas hepáticas elevadas y, a menudo, las globulinas séricas (anticuerpos) elevadas.
Un diagnóstico definitivo usualmente se logra realizando una biopsia del hígado o tomando una muestra pequeña del tejido hepático la cual se examina bajo un microscopio.
¿Cuál es el tratamiento para la hepatitis autoinmune?
La hepatitis autoinmune se trata con medicamentos llamados inmunosupresores para evitar que el sistema inmunológico ataque el hígado. Esto generalmente incluye un tratamiento inicial con esteroides (prednisona), seguido por un tratamiento a largo plazo con inmunosupresores (azatioprina o micofenolato).
El tratamiento inhibe al sistema inmunológico y requiere vigilancia médica para evaluar la respuesta de su hijo a los medicamentos, aunque por lo general, se toleran bien.
¿Cuál es el pronóstico a largo plazo para un niño con hepatitis autoinmune?
Los niños con hepatitis autoinmune por lo general responden de manera excelente al tratamiento. En la mayoría de los casos, sin embargo, la enfermedad se controla, pero no se cura.
Los tipos de medicamentos y la duración del tratamiento pueden variar. La mayoría de los pacientes toman uno o más medicamentos durante varios años, mientras que otros, pueden necesitar tratamiento de por vida. En raras ocasiones, la inflamación puede provocar una lesión hepática grave en algunos pacientes y requerir un trasplante de hígado.
¿Qué puedo hacer para apoyar a mi hijo con esta afección?
Recibir un diagnóstico nuevo es un desafío, especialmente cuando se trata de una afección crónica. Informe a su doctor o a las personas que cuidan a su hijo, sobre las dificultades que está enfrentando su hijo, y cuénteles si su hijo ha olvidado tomar sus medicamentos. No tomar los medicamentos puede impactar significativamente la salud de su hijo, y podría ponerlo en riesgo de desarrollar complicaciones relacionadas con la hepatitis autoinmune.
También anime a su hijo a que le cuente a usted y a su doctor, cómo se siente acerca del diagnóstico. Consulte a su doctor, si su hijo seguido se siente triste o ansioso, no se puede concentrar o no tiene interés en la escuela o en sus pasatiempos, o batalla para dormir. Su doctor puede brindarle consejos y recursos para ayudarles a usted y a su hijo a sobrellevar esta afección.
Autores: Johanna Ferreira, MD y Mercedes Martinez, MD
Editor: Athos Bousvaros, MD
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