Enfermedad Hepática Grasa Asociada a La Disfunción Metabólica (MAFLD)

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¿Qué función desempeña el hígado?

  • Ayuda a procesar los alimentos que comemos.
  • Elimina los desechos y las sustancias tóxicas de la sangre.
  • Ayuda a producir proteínas y hormonas que el cuerpo necesita para funcionar.

¿Qué es la enfermedad hepática grasa asociada a la disfunción metabólica (MAFLD)?

La enfermedad hepática grasa asociada a la disfunción metabólica (MAFLD) o simplemente la “enfermedad hepática esteatósica” es un problema que se produce cuando se acumula demasiada grasa en el hígado. El exceso de grasa en el hígado puede presentarse en niños y adultos. También se puede presentar en adultos y adolescentes que consumen alcohol.

MAFLD puede ser de leve a grave.

MASH: Algunas personas con hígado graso padecen una forma más severa que incluye daños (inflamación) dentro del hígado. Esto se denomina esteatohepatitis asociada a la disfunción metabólica o MASH (por sus siglas en inglés).

Cirrosis: Con el tiempo, MASH puede causar que se desarrolle tejido cicatricial en el hígado. A la larga, el tejido cicatricial reemplaza las células sanas y afecta el funcionamiento del hígado. Esto se conoce como cirrosis.

¿Por qué se cambió el nombre de esta enfermedad hepática?

MAFLD se conocía anteriormente como enfermedad de hígado graso o enfermedad de hígado graso no alcohólica (NAFLD, siglas en inglés). Es la enfermedad hepática crónica más común en todo el mundo y afecta a más del 30% de la población mundial. La comunidad mundial de especialistas en hígado acordó que hacía falta un nombre más apropiado para referirse a esta enfermedad hepática que no avergonzara a las personas y que separara claramente esta afección del consumo de alcohol.

¿Cuáles son las causas de la esteatosis hepática?

La esteatosis hepática es un trastorno muy común que afecta aproximadamente a uno de cada diez niños en los Estados Unidos. La causa más común de acumulación de esteatosis en el hígado es el aumento excesivo de peso.

Aproximadamente la mitad de los niños con sobrepeso y obesidad pueden presentar un hígado esteatósico. Los niños que ganan más grasa abdominal pueden correr un mayor riesgo de padecer esteatosis hepática. Otros factores de riesgo para un hígado esteatósico incluyen tener un familiar con esteatosis hepática, diabetes tipo 2, resistencia a la insulina o síndrome de ovario poliquístico.

¿Cómo se diagnostica la esteatosis hepática?

Un hígado con esteatosis suele sospecharse en niños con sobrepeso y un índice de masa corporal (IMC) >85%.

Si su pediatra sospecha que su hijo padece esteatosis hepática, ordenará un análisis de sangre para evaluar el funcionamiento del hígado. En un niño con esteatosis hepática, un análisis de sangre mostrará con frecuencia niveles elevados de una proteína llamada ALT (alanina aminotransferasa). Este resultado sugiere que existe inflamación del hígado. A veces, el pediatra también realizará una ecografía abdominal, la cual puede revelar la existencia excesiva de esteatosis en el hígado.

Otras afecciones como la hepatitis viral, la hepatitis autoinmune, y las enfermedades metabólicas, también pueden provocar la acumulación de esteatosis en el hígado. Su médico realizará los análisis de sangre adecuados para asegurarse de que su hijo no padece otras enfermedades hepáticas.

Una vez que se confirma el diagnóstico de hígado esteatósico, se pueden utilizar otras pruebas para evaluar su gravedad. Una resonancia magnética puede medir el grado de esteatosis del hígado y detectar la presencia de tejido cicatricial (fibrosis). En algunos casos, también puede ser útil realizar una biopsia hepática para evaluar la inflamación y el tejido cicatricial.

¿Cuál es el tratamiento para el hígado esteatósico?

El primer tratamiento para la esteatosis hepática es intentar cambiar la dieta reduciendo los azúcares añadidos. Esto incluye limitar las bebidas azucaradas, los alimentos azucarados y todos los jugos. La Asociación Americana del Corazón recomienda 25 gramos o menos de azúcares añadidos al día para los niños sanos e incluso mucho menos para los niños con esteatosis hepática.

Además de cambiar la dieta, incrementar el ejercicio puede favorecer la pérdida de peso y reducir la esteatosis hepática. Puede ser útil aumentar la actividad física diaria, como practicar deportes, ir al parque, caminar y hacer otras actividades. Las recomendaciones actuales sugieren entre 30–60 minutos de actividad al día, y los niños con esteatosis hepática pueden necesitar incluso más.

Debido a que un hígado con esteatosis no siempre se recupera mejorando la dieta y haciendo ejercicio, en ocasiones los niños son tratados con medicamentos. En la actualidad, no existe ningún medicamento aprobado para la esteatosis hepática. Los estudios de investigación se encuentran actualmente probando medicamentos que ayuden con el hígado esteatósico, especialmente cuando hay inflamación y tejido cicatricial. Consulte a su médico sobre los estudios de investigación en su área o visite Clinicaltrials.gov.

Autores: Abha Kaistha, MD, Vania Kasper, MD y Miriam Vos, MD, febrero 2020.
Actualizado en marzo 2024: Autor Jay Hochman, MD
Editora: Christine Waasdorp, marzo 2024

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The Association of Pediatric Gastroenterology and Nutrition Nurses
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