Intolerancia alimentaria

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¿Qué es una intolerancia alimentaria?

Una intolerancia alimentaria es una reacción a ciertos ingredientes (como el gluten o el azúcar) que se encuentran en los alimentos. Las intolerancias alimentarias no son alergias alimentarias. Las alergias a los alimentos se producen cuando un componente de los alimentos (generalmente una proteína) hace que el sistema inmunológico reaccione y provoque síntomas como urticaria, sibilancias, diarrea o dificultad para respirar. Si bien las intolerancias alimentarias pueden causar dolor abdominal o diarrea, no son causadas por la reacción del sistema inmunológico a un alimento.

La intolerancia a los alimentos se puede clasificar en tres tipos: deficiencias enzimáticas, efectos farmacológicos y reacciones desconocidas.

  • Las deficiencias enzimáticas pueden resultar en la incapacidad de descomponer un ingrediente alimentario. Un ejemplo es la intolerancia a la lactosa, donde al cuerpo le falta la enzima que digiere la lactosa (azúcar de la leche). En las personas con intolerancia a la lactosa (consulte el folleto de GIKids), la incapacidad de descomponer el azúcar de la leche provoca diarrea, dolor y gases.
  • La intolerancia farmacológica se debe a la presencia de ciertos químicos en los alimentos que pueden causar síntomas gastrointestinales. Por ejemplo, una persona que bebe demasiada cafeína puede tener síntomas de acidez o diarrea.
  • Las reacciones desconocidas, también llamadas idiopáticas, indican que se desconoce la forma en que un alimento causa los síntomas.

A diferencia de las alergias alimentarias, las intolerancias alimentarias no ponen en peligro la vida. La mayoría de las personas con intolerancias alimentarias pueden tolerar en su dieta, pequeñas cantidades del alimento desencadenante sin experimentar síntomas.  Sin embargo, algunas personas son demasiado sensibles y deben eliminar totalmente de su dieta el alimento.

¿Qué tan comunes son las intolerancias alimentarias y quién está en riesgo?

Las intolerancias alimentarias suelen ser autoinformadas, y se estima que entre el 15%-20% de la población se identifica con reacciones a un alimento. Sin embargo, es probable que la verdadera prevalencia de intolerancias alimentarias se encuentre cerca del 2%-4%. A modo de comparación, la tasa de alergias alimentarias es del 4%-7% en los niños.

Las personas con síndrome del intestino irritable (SII), una afección común en los adolescentes y adultos jóvenes, experimentan dolor abdominal, distensión abdominal y diarrea. Los pacientes con SII, por lo regular reportan intolerancias alimentarias, particularmente a ciertos azúcares llamados FODMAPs. El acrónimo FODMAPs se usa para hablar de los azúcares fermentables que son los oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles. Los cuales se encuentran de forma natural en los alimentos de origen vegetal, en los basados en lácteos y en los eduzantes artificiales. Los azúcares FODMAP incluyen la lactosa, la fructosa, los fructanos (que se encuentran en muchas verduras, trigo, cebada, centeno), los galactanos (que se encuentran en los frijoles y las legumbres), los polioles (que se encuentran en muchas frutas) y los edulzantes artificiales. Por lo tanto, una dieta baja en FODMAPs excluye ciertos alimentos y varias frutas (como las manzanas y las cerezas), los frijoles, los lácteos, las cebollas y el ajo.

¿Cuáles son los síntomas de una intolerancia alimentaria?

Los síntomas de una intolerancia a los alimentos incluyen la diarrea, la distensión abdominal, malestar abdominal y un aumento en la producción de gases que podrían formarse pocas horas después de ingerir un alimento nocivo. Los síntomas por lo regular se experimentan a corto plazo y duran entre minutos a horas después de ingerir el alimento.

¿Cómo se diagnostican las intolerancias alimentarias?

Para  identificar los posibles alimentos desencadenantes, uno de los primeros paso útiles es mantener un historial detallado de su dieta y de sus síntomas.  Existen pocas pruebas disponibles para diagnosticar las intolerancias alimentarias. La prueba de aliento se puede utilizar para diagnosticar las dificultades para digerir la lactosa (azúcar de la leche) y la mala absorción de la fructosa (azúcar de la fruta) (consulte el folleto de GIKids sobre la prueba de aliento de lactosa).

En algunos pacientes con síntomas gastrointestinales, una endoscopia puede ayudar a diagnosticar la mala absorción de los carbohidratos y excluir otras causas de los síntomas. Durante una endoscopia, el médico puede tomar una pequeña biopsia para medir las enzimas que descomponen los azúcares de la leche y las frutas.

La mejor forma de diagnosticar una intolerancia alimentaria es eliminando el alimento sospechoso y ver si los síntomas desaparecen por completo. Una vez que los síntomas hayan desaparecido, se vuelve a introducir el alimento sospechoso para ver si los síntomas regresan.

Existen varias pruebas disponibles en el mercado que afirman diagnosticar las intolerancias alimentarias. Sin embargo, no aconsejamos que se utilicen estas pruebas, porque no existe evidencia médica que indique que estas pruebas pueden identificar con precisión las intolerancias alimentarias.

¿Cómo se tratan las intolerancias alimentarias?

El manejo a largo plazo de las intolerancias alimentarias implica evitar los alimentos que se sospecha que causan reacciones adversas. La desaparición total de los síntomas ocurre cuando se evitan estos alimentos.

¿Qué puedo esperar con el tratamiento?

Los síntomas desaparecen por completo al eliminar de la dieta los alimentos sospechosos. Si bien las intolerancias alimentarias pueden causar malestar y afectar la calidad de vida, no provocan daño gastrointestinal. Los pacientes con diagnostico de intolerancias alimentarias suelen tener una buena calidad de vida si limitan los alimentos que les provocan los síntomas.

Autor: Anil Kesavan, MD
Editor: Athos Bousvaros, MD
November 2022

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