Dispepsia funcional (dispepsia no ulcerosa, indigestión)

La dispepsia significa indigestión o malestar en el área del estómago, a menudo asociado con ingerir alimentos o líquidos. La dispepsia funcional (DF) es un trastorno gastrointestinal funcional, lo cual significa que las pruebas de rutina del tracto gastrointestinal suelen mostrar resultados normales.

Los trastornos gastrointestinales funcionales provienen de una interacción alterada entre el intestino y el cerebro, lo cual significa que existe una falta de comunicación entre el sistema nervioso del intestino y el sistema nervioso del cerebro. Esto causa ciertos síntomas como dolor de estómago, plenitud y náuseas.

Las personas con DF pueden experimentar acidez estomacal, plenitud después de una comida o antes de terminar una comida, náuseas después de las comidas, eructos excesivos y dolor, ardor o hinchazón en la parte superior del abdomen.

La DF puede ser causada por varios factores, incluyendo los cambios en el tracto gastrointestinal, la genética, las influencias ambientales y el temperamento psicológico. Algunos ejemplos incluyen:

• Motilidad anormal: después de una comida, el estómago normalmente se expande para dejar más espacio para los alimentos. Una vez digeridos los alimentos, normalmente salen del estómago y pasan a los intestinos. En los pacientes con DF, es posible que el estómago no se expanda adecuadamente o que el paso de los alimentos digeridos hacia el estómago sea más lento. Esto provoca una sensación de saciedad.
• Hipersensibilidad visceral: los pacientes con DF pueden tener hipersensibilidad visceral, lo cual significa que los nervios del tracto gastrointestinal se encuentran hiperactivos y muy sensibles. Esto provoca un aumento en el dolor, incluso durante la función normal del estómago (por ejemplo, durante el estiramiento del estómago al pasar los alimentos).
• Infección e inflamación: la DF puede desarrollarse en los niños después de experimentar una infección bacteriana del tracto gastrointestinal. Algunos pacientes padecen una inflamación no detectable en el estómago o en el intestino delgado, la cual podría afectar el funcionamiento de estos órganos.
• Microbioma: el tracto gastrointestinal contiene bacterias y otros microorganismos que ayudan a mantenerlo saludable. Esto se denomina "microbioma", y es exclusivo de cada individuo e influenciado por la genética y la dieta. Las personas con DF pueden tener diferentes bacterias intestinales comparadas con las personas sin DF. Esta diferencia en las bacterias intestinales puede hacer que empeore la DF.
• Sensibilidad a los alimentos: es probable que los alimentos y la dieta tengan un impacto en la DF.  Algunas personas experimentan más síntomas después de consumir ciertos alimentos, llamados alimentos desencadenantes.
• Estrés: la DF es causada por una falta de comunicación entre el cerebro y el tracto gastrointestinal. Es probable que los cambios de humor, el aumento en la ansiedad y el estrés físico alteren esta comunicación. Si bien el estrés y la ansiedad no son la única causa de los síntomas de la DF, podrían empeorarlos. La forma en que interactúan el cerebro y el intestino probablemente afecte la gravedad de los síntomas y la enfermedad del paciente.

La DF es menos común que otras afecciones gastrointestinales, y afecta alrededor del 5 al 10 por ciento de los niños y adolescentes.

Los síntomas pueden estar asociados con la hora de comer e incluyen:

• Plenitud después de una comida
• Plenitud antes de terminar una comida
• Náuseas después de las comidas
• Dolor, ardor o hinchazón en la parte superior del abdomen
• Eructos excesivos

No existe una prueba específica para diagnosticar la DF. Más bien, se necesitan una evaluación y un examen físico exhaustivos por parte del proveedor de atención médica de su hijo para hacer el diagnóstico. Ciertos signos y síntomas denominados "Criterios de Roma" ayudan a los proveedores a realizar un diagnóstico adecuado. Los signos y síntomas relevantes incluyen:

• Uno o más de los siguientes síntomas molestos al menos 4 días al mes, durante un mínimo de 2 meses:
  • Plenitud después de una comida
  • Plenitud antes de terminar una comida
  • Dolor abdominal superior, no relacionado con las deposiciones

A menudo, no se necesitan pruebas para diagnosticar la DF, aunque el proveedor de atención médica de su hijo podría ordenar algunas pruebas de detección simples para buscar algunas causas adicionales del dolor. Las pruebas son específicas para cada paciente, pero pueden incluir:

• Análisis de sangre
• Estudios de heces
• Ecografía abdominal para observar los órganos del abdomen
• Estudio de vaciado gástrico para ver qué tan bien se vacía el estómago
• Endoscopia superior para verificar si hay inflamación o infección. Esto se hace usando una cámara que se pasa por la boca para observar el esófago, el estómago y el intestino delgado.

El tratamiento para la DF depende de los principales síntomas que están molestando a su hijo. El tratamiento puede incluir medicamentos, cambios en la dieta y modificaciones en el estilo de vida. Por lo general, se utiliza más de un tratamiento.

• Los cambios en la dieta incluyen:

• • Comidas más pequeñas y frecuentes
  • Evitar los alimentos grasos o picantes
  • Evitar las bebidas carbonatadas
  • Evitar la cafeína
• Evitar medicamentos llamados antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como ibuprofeno (marcas como Motrin y Advil), naproxeno (marcas como Aleve), Excedrin, Alka-Seltzer, diclofenaco y meloxicam (marcas como Mobic).

Si el síntoma principal de su hijo es la plenitud:

• Se puede utilizar un medicamento llamado ciproheptadina para ayudar a expandir el estómago, para permitir más espacio para los alimentos y para ayudar a que los alimentos salgan del estómago.
• Los productos que contienen aceite de menta han sido útiles en algunos pacientes.
• Los procinéticos o medicamentos que relajan el estómago, pueden ayudar a aliviar los síntomas.
• El tratamiento con medicamentos antieméticos puede ayudar a prevenir las náuseas.

Si el síntoma principal de su hijo es el dolor o el ardor:

• Los medicamentos que bloquean el ácido pueden ayudar a aliviar los síntomas.
• Los medicamentos antidepresivos pueden mejorar los síntomas del dolor abdominal al atacar la hipersensibilidad nerviosa en el tracto gastrointestinal. Los antidepresivos tricíclicos (ATC) y los inhibidores selectivos de la reabsorción de serotonina (ISRS) son clases específicas de antidepresivos/ ansiolíticos que pueden ayudar a tratar los síntomas de la DF en los niños.

También existe alguna evidencia que muestra que los probióticos son seguros y pueden ayudar a aliviar los síntomas de la DF.

Los tratamientos para promover la relajación, como asesoramiento, yoga, acupuntura, hipnosis e imágenes guiadas, también pueden ayudar.

Si los medicamentos, los cambios en la dieta y los cambios en el estilo de vida no ayudan a su hijo, algunos centros médicos pueden ofrecer un tratamiento llamado estimulación eléctrica gástrica, la cual estimula el estómago con electrodos.

Cada niño es diferente y su médico podría utilizar una o más formas de tratar la DF. Es importante hablar con el médico/gastroenterólogo de su hijo sobre el mejor plan de tratamiento para sus síntomas relacionados con la DF. También se puede recomendar una combinación de cambios en el estilo de vida y medicación para obtener la mejoría máxima de los síntomas.

Hable con el proveedor de atención médica de su hijo sobre los signos y síntomas que requieren atención médica urgente. En general, debe comunicarse con el proveedor de atención médica/gastroenterólogo de su hijo o ir al departamento de emergencias más cercano si su hijo experimenta alguno de los siguientes síntomas:

• Vómitos intensos o persistentes
• Heces negras o sangre en las heces
• Dolor intenso, diferente al dolor habitual de su hijo
• Dolor en el lado derecho y en la parte superior del abdomen
• Fiebre superior a los 101ºF
• Dolor que despierta a su hijo cuando está dormido.

Si bien cada niño es diferente, los síntomas eventualmente desaparecen en aproximadamente la mitad de los pacientes. Aproximadamente el 20% de los pacientes tienen síntomas persistentes y aproximadamente el 30% tienen síntomas que aparecen y desaparecen. Aunque los síntomas a veces pueden interferir con el funcionamiento de su hijo, no existe evidencia que sugiera que la DF le causará a su hijo un daño a largo plazo.

Browne PD, Nagelkerke SCJ, van Etten-Jamaludin FS, Benninga MA, Tabbers MM. Pharmacological treatments for functional nausea and functional dyspepsia in children: a systematic review. Expert Rev Clin Pharmacol. 2018 Dec;11(12):1195-1208. doi: 10.1080/17512433.2018.1540298. Epub 2018 Dec 6.

Hyams JS, Di Lorenzo C, Saps M, Shulman RJ, Staiano A, van Tilburg M. Functional disorders: Children and adolescents. Gastroenterology. 2016 Feb 15:S0016-5085(16)00181-5. doi: 10.1053/j.gastro.2016.02.015. Epub ahead of print.

Tack J, Camilleri M. New developments in the treatment of gastroparesis and functional dyspepsia. Curr Opin Pharmacol. 2018 Dec;43:111-117. doi: 10.1016/j.coph.2018.08.015. Epub 2018 Sep 21.

Talley NJ, Ford AC. Functional Dyspepsia. N Engl J Med. 2015 Nov 5;373(19):1853-63. doi: 10.1056/NEJMra1501505.

Thapar N, Benninga MA, Crowell MD, Di Lorenzo C, Mack I, Nurko S, Saps M, Shulman RJ, Szajewska H, van Tilburg MAL, Enck P. Paediatric functional abdominal pain disorders. Nat Rev Dis Primers. 2020 Nov 5;6(1):89. doi: 10.1038/s41572-020-00222-5.

Escrito por: Jonathan Gisser, MD
Editor: Athos Bousvaros, MD
Mayo 2021