Pólipos gastrointestinales

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Pólipos gastrointestinales

Los pólipos son crecimientos del tejido que se extiende fuera del revestimiento del sistema gastrointestinal. Los pólipos pueden aparecer en el estómago, intestino delgado o intestino grueso. (colon). Comúnmente los pólipos se detectan en el colon.  Para aprender más acerca de los síntomas, diagnóstico y tratamiento de los pólipos en los niños, descargue la Hoja Informativa de GIKids sobre pólipo

¿Qué son los pólipos?

Normalmente el revestimiento del intestino es tan liso como el interior de la boca. Al tejido que crece hacia el exterior del revestimiento se le llama pólipo.

Los pólipos pueden crecer fuera del revestimiento del intestino delgado y/o grueso o del estómago. Comúnmente los pólipos tienen la forma de un champiñón, con un tallo estrecho que conecta al extremo mas voluminoso con el revestimiento intestinal. Otros pólipos son más planos y crecen directamente sobre el revestimiento. El tamaño de los pólipos puede variar a menos de una décima de pulgada o más de una pulgada de diámetro. 

Existen dos tipos generales de pólipos: pólipos adenomatosos y hamartomatosos.  El tipo de pólipo depende de su apariencia bajo el microscopio. Los pólilpos adenomatosos son el tipo de pólipo típicamente vistos en adultos y pueden poner a los adultos en riesgo de desarrollar cáncer de colon. Los pólipos hamartomatosos son el tipo de pólipo que usualmente se encuentra  en los niños. También llamados pólipos juveniles, los pólipos hamartomatosos son casi siempre benignos, aunque los pacientes con un gran número de pólipos hamartomatosos pueden tener un mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon.

Pólipo juvenil benigno en el colon de un niño. La foto de la izquierda muestra el pólipo en su tallo. La foto de la derecha muestra el pólipo siendo extirpado por el gastroenterólogo con un instrumento especial.

¿Qué tan comunes son los pólipos?

Un pólipo puede encontrarse en el intestino grueso en cerca del 1%- 2% de los niños. El tipo de polipo más común es el pólipo juvenil, representando más del 95% de los pólipos que se encuentran en niños.  Estos se encuentran principalmente en niños menores de 10 años de edad y especialmente en niños de 2-6 años de edad.  La mayoría de los pólipos son soltirarios (un solo pólipo) y se encuentran principalmente en el lado izquierdo del colon.

Algunos niños heredan genes que los hacen más propensos a desarrollar varios pólipos (conocidos como síndromes de poliposis). Algunos de estos síndromes de poliposis pueden producir pólipos hamartomatosos, mientras que otros pueden producir pólipos adenomatosos. Estos síndromes incluyen la poliposis adenomatosa familiar, el síndrome de poliposis juvenil, el síndrome de Peutz-Jeghers, el síndrome de Bannayan-Riley-Ruvalcaba y la enfermedad Cowden. A diferencia de los pólipos juveniles solitarios, el síndrome de poliposis puede aumentar el riesgo de cáncer intestinal. Los síndromes de poliposis se diagnostican tomando en combinación un historial familiar completo, una endoscopia, un examen microscópico del pólipo extirpado y unas pruebas genéticas.

¿Cuáles son los síntomas de los pólipos?

Los niños con pólipos normalmente presentan sangre en las heces. Este sangrado no le causa dolor al niño. Con pequeñas cantidades de sangrado durante meses, algunos niños pueden desarrollar anemia por deficiencia de hierro y tener síntomas de anemia (como fatiga y piel pálida).  El sangrado tal vez no ocurra con cada evacuación intestinal y tiende a repetirse durante semanas o meses. Es poco común que los niños tengan otros síntomas, pero pueden incluir: dolor abdominal con cólico, diarrea con moco, o incluso prolapso del pólipo. Un prolapso es cuando una parte del pólipo sobresale por el ano, mientras continúa unido a la pared del intestino grueso.

¿Cómo se hace el diagnóstico?

Si el niño presenta prolapso de un pólipo (el pólipo que sobresale por el ano), el diagnóstico es fácil de hacerse porque el pólipo puede ser observado por el papá/la mamá o por el doctor. Comúnmente el niño es recomendado a un gastroenterólogo pediátrico debido a que está pasando sangre de la parte inferior del intestino. (sangrado rectal).

Su doctor recomendará una colonoscopia, que consiste en introducir una sonda flexible equipada con una cámara y una luz para observar directamente adentro del intestino grueso.  Cuando se encuentra la raíz del sangrado por medio de una colonoscopia, el gastroenterólogo usa un pequeño instrumento de prensado, que cabe dentro del colonoscopio, para remover el pólipo. Luego, el pólipo se envía al patólogo, quien lo observará bajo el microscopio para determinar qué tipo de pólipo es. El gastroenterólogo también examinará todo el intestino grueso con el colonoscopio para asegurarse de que no existan otros pólipos.  Usualmente, todos los pólipos son extraidos (a menos que halla muchísimos y que no sea seguro hacerlo).

Se puede hacer un diagnóstico de uno de los síndromes de poliposis mencionados anteriomente si el doctor detecta ciertos indicios durante su examinación. Para algunos de estos síndromes, se pueden realizar pruebas genéticas especiales mediante un análisis de sangre para confirmar el diagnóstico.

¿Cuáles son las posibles complicaciones de los pólipos?

Los pólipos casi nunca sangran demasiado, especialmente si se rompen del tallo. Los pólipos que no han sido extraidos pueden causar obstrucción intestinal llamada intususcepción, que es un bloqueo del intestino que resulta en dolor y vómito.

Si un niño tiene un solo pólipo juvenil, a veces se lleva a cabo una colonoscopia de seguimiento para estar seguros de que no se han formado nuevos pólipos. Afortunadamente, para la mayoría de los niños con un pólipo juvenil solitario, no existe un mayor riesgo de cáncer.

Es posible que los niños que tienen varios pólipos o cuyas familias padecen de síndromes especiales de póliposis, tengan que hacerse colonoscopias regulares como medida de vigilancia, puesto que pueden formarse nuevos pólipos que necesiten ser extraidos. En los niños con condiciones hereditarias de varios pólipos, podría aumentar el riesgo de cáncer, al desarrollarse de un pólipo. Su doctor puede proveer más información si el niño es diagnosticado con un síndrome de poliposis.

Author: Jubin Matthews, MD
Editor: Athos Bousvaros, MD
April 2021

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