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¿Qué es el TERIA?
TERIA se refiere a un diagnóstico de salud mental que significa trastorno de evitación/restricción de la ingesta de alimentos. Las personas que padecen TERIA no comen suficientes alimentos o tipos diferentes de alimentos para mantener sus cuerpos saludables y en crecimiento. El TERIA es diferente de la alimentación selectiva (“picky eating”) porque es más intenso y suele durar más tiempo. Las personas con TERIA tienen una fuerte aversión a ciertos tipos, texturas, olores o experiencias con los alimentos. Ellos suelen sentirse muy nerviosos por la comida y el acto de comer y/o beber. Por ello, a menudo evitan las comidas o se muestran irritables durante las comidas cuando se sienten nerviosos.
¿Cómo se diagnostica el TERIA?
Por lo general, el diagnóstico de TERIA lo realiza un profesional de la salud mental o un médico. El profesional recopila información mediante un examen físico, análisis de sangre, y haciendo algunas preguntas. Es probable que pregunte qué es lo que regularmente come el niño, cuántos tipos de alimentos y en qué cantidad, así como desde cuándo tiene estos problemas. No existe ningún examen médico para diagnosticar o descartar el TERIA. Los médicos también contemplarán otras razones por las que el niño está teniendo dificultades para comer, como problemas médicos, problemas del desarrollo, y otros problemas de salud mental. A la vez, irán descartando otras razones para asegurarse de que el TERIA es el mejor diagnóstico para sus problemas de alimentación.
¿Cuáles son las consecuencias del TERIA?
Comer lo suficiente y diferentes tipos de alimentos ayuda a nuestro cuerpo a crecer y mantenerse sano. Pero a veces, cuando un niño tiene TERIA, no come lo suficiente o no come una variedad suficiente de alimentos. Si un niño con TERIA no come lo suficiente, puede perder peso, dejar de ganar suficiente peso o no crecer bien. También si un niño con TERIA no come lo suficiente y pierde demasiado peso, puede ser diagnosticado con malnutrición. Algunos niños con TERIA pueden comer alimentos poco saludables, pero con muchas calorías. Esto puede causar que suban demasiado de peso.
Los niños con TERIA también pudieran no ingerir suficientes vitaminas y minerales para ayudar a su organismo a funcionar adecuadamente. Por ejemplo, no tener suficiente hierro puede provocar un problema llamado anemia, que puede hacer que se sientan muy cansados. No consumir suficiente calcio o vitamina D puede afectar la salud de sus huesos.
¿Cómo se trata el TERIA?
Generalmente hay un equipo de personas que pueden ayudar mejor con el TERIA. Este equipo puede incluir personas del área médica, de la salud mental, de nutrición, y de terapia ocupacional y del lenguaje. En ocasiones, un médico prescribirá medicamentos para ayudar con el apetito y el dolor abdominal, si es necesario. Si el peso y el crecimiento son una preocupación, se pueden recomendar suplementos orales, vitaminas y minerales. Estos pueden ayudar a aportar las calorías, proteína, vitaminas y minerales que su dieta no proporciona. También pueden ayudar a mejorar el crecimiento y la ganancia de peso. Si un niño con TERIA está muy desnutrido, puede necesitar una sonda de alimentación para recibir una nutrición adecuada y aumentar de peso. Un dietista titulado, puede ayudar con un plan nutricional y a controlar los cambios de estatura y peso.
Los proveedores de salud mental y los terapeutas ocupacionales y del lenguaje trataran de ayudar a elaborar un plan para mejorar los hábitos alimentarios probando cosas nuevas de forma planificada. Con el tiempo, esto puede ayudar a reducir las preocupaciones sobre la alimentación, y mejorar las habilidades necesarias para comer y beber las cuales necesitan para mantenerse saludables. Si las visitas ambulatorias regulares no ayudan después de un tiempo, algunas personas necesitaran trabajar con un equipo con mayor frecuencia para ver el progreso. A veces, es necesario que el niño ingrese en el hospital o que participe en un programa especial para mejorar su salud física. Algunos hospitales cuentan con programas con equipos especializados en problemas de la alimentación para niños que necesitan una ayuda más avanzada.
¿Cómo afecta el TERIA a la salud y la alimentación en el futuro?
Es importante tomar en cuenta que cada persona puede tener una experiencia diferente con el TERIA, pero a continuación mencionamos algunas inquietudes comunes que las familias podrían tener sobre los efectos a largo plazo:
Persistencia del TERIA: Si no se trata, el TERIA puede durar hasta la adolescencia y la edad adulta. Las personas con TERIA pueden seguir teniendo dificultades con sus hábitos alimenticios. Es importante desarrollar hábitos saludables durante la infancia o lo antes posible. A medida que una persona se vuelve más independiente, puede tener dificultades para elegir alimentos sanos si se siente nerviosa en torno a la comida. Al igual que con cualquier otro comportamiento, cuanto más tiempo llevamos con un hábito (como la alimentación problemática), más difícil puede ser cambiar ese patrón por algo más saludable.
Impacto en la salud nutricional: Los problemas nutricionales y la ingesta inadecuada de calorías pueden causar problemas para la salud física, a largo plazo. Asegurarse de que los niños reciban suficientes alimentos y variedad de alimentos en su dieta es importante para la salud y el desarrollo a largo plazo.
Impacto en la salud mental: El TERIA puede causar problemas de salud mental a largo plazo, incluyendo preocupaciones constantes sobre los alimentos y soledad. Las personas pueden sentirse cada vez más ansiosas a la hora de comer o tristes por lo difícil que les resulta comer. Para muchas personas, comer es una actividad social y aquellos con TERIA pueden sentirse excluidos debido a su ansiedad por la comida y el acto de comer. Pueden optar por evitar actividades en las que la comida es una parte importante o sentirse avergonzados por sus problemas en presencia de otras personas.
Transición a la edad adulta: La transición de la adolescencia a la edad adulta puede presentar retos únicos para las personas con TERIA. A medida que se vuelven más independientes, gestionar sus hábitos alimentarios y elegir alimentos puede volverse más complejo. Durante esta transición puede ser necesario contar con apoyo e intervención continuos.
¿Cuándo debo buscar ayuda?
En las primeras etapas de la vida, asegúrese de hablar sobre los hábitos alimenticios de su hijo en cada visita de control con el pediatra. Los factores de riesgo del TERIA incluyen:
- Diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista
- Diagnóstico de TDAH
- Varones
- Dieta selectiva severa que no mejora con el tiempo con intervenciones típicas
- Diagnóstico de trastorno de ansiedad, en particular TOC
Algunos síntomas comunes del TERIA incluyen
- Pérdida drástica de peso
- Crecimiento o aumento de peso deficientes
- Problemas estomacales o intestinales que parecen no tener una causa conocida
- Restricción en la cantidad o tipo de alimentos aceptados
- Miedo a atragantarse o a vomitar
- Falta de apetito o de interés por la comida
- Anemia, niveles hormonales bajos, potasio bajo y ritmo cardiaco lento
- Uñas finas o quebradizas
¿Cuál es el resultado más común del tratamiento del TERIA?
El TERIA es similar a otras condiciones de salud mental en el sentido de que es un trastorno funcional y no hay un punto en el que se considere "curado". El mejor resultado del tratamiento para el TERIA es que se establezca o restablezca un comportamiento alimenticio funcional para que la persona pueda llevar una vida sana. Esto puede significar aprender a comer una mayor variedad de alimentos, mayores volúmenes de comida o a estar más cómodo y relajado a la hora de comer. Dado que el TERIA es un trastorno muy diverso con diferentes presentaciones, un tratamiento exitoso significa algo diferente para cada familia y en cada situación.
Algunas personas con TERIA llegan a tener problemas de alimentación más graves, que pudieran requerir cuidados más intensivos en un hospital o centro de tratamiento. Aunque es difícil predecir quién puede necesitar este nivel más avanzado de cuidados, lo mejor es trabajar en los síntomas lo antes posible. Por eso es importante hablar con el pediatra de su hijo o con otros profesionales de la salud sobre cualquier problema que su hijo tenga para comer y beber.
Autores: Katherine Bennett, RD, MPH, CLE y Parker Huston, PhD
Editora: Christine Waasdorp, MD
Enero 2024
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